domingo, mayo 10, 2009

Los Wayuu, ¿Padres de la Patria?


Por Diego Andrés Ramírez Giraldo. La historiografía romántica del siglo XIX y la nacionalista fundada a comienzos del siglo XX sólo consideró héroes a los criollos y realizó una sola interpretación de la Independencia donde se mostraba que ésta había sido un acontecimiento monolítico; esto es, los precursores de la Independencia (Bolívar, Nariño, San Martín) con sus proclamas, decretos y leyes, y por el otro lado, el Ejército Libertador. Por ningún lado aparecen los indígenas y otros sectores populares.El historiador norteamericano Eric Van Young ha plasmado en La otra rebelión. La lucha por la independencia de México, 1810- 1821, monumental obra de casi mil páginas, las otras rebeliones que la historiografía no ha recogido. Escribe el historiador: “durante el conflicto independentista surgen una serie de discursos políticos populares, algunos ejemplificados en el relato de una vida personal, otros codificados en formas de acciones colectivas y otros más expresados en pronunciamientos programáticos”, los cuales, según el autor, fueron captados por la retórica criolla.Podría agregarse que dichos discursos fueron expresados unas décadas antes de 1810, por ejemplo, para el caso de la Nueva España, México, con la rebelión de Jacinto Canek en el pueblo de Cisteli en Yucatán en 1761, y el levantamiento de los indígenas Chumash en la California mexicana (aunque la rebelión fue en 1824). Robert Jackson estudió éste último caso en el que los indígenas conversos de tres misiones se levantan contra los misioneros por el asalto a su cultura.Según el reconocido historiador, “hubo varios movimientos: uno dirigido por varios criollos con influencia del constitucionalismo de Cádiz. Es el que busca la independencia y no la autonomía, el que se enfrenta con la dura resistencia de la monarquía para ampliar los procesos políticos a los altos niveles.Por el otro lado se presentó la otra rebelión, un movimiento difuso y sin centro ideológico, conformado por grupos populares, sobre todo indígenas, que llegaron a formar 60 por ciento de los combatientes, pero su meta fue la autodefensa de su manera de vivir y, sobre todo, de sus comunidades y pueblos contra las fuerzas de la modernización, representadas por las reformas borbónicas”. Es decir, La otra rebelión, de Eric Van Young, estudia no a los caudillos consagrados por la historiografía sino a los humildes y a los indígenas.... http://www.elheraldo.com.co/ELHERALDO/BancoConocimiento/R/rdwayuu/rdwayuu.asp?CodSeccion=3

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